Tortícolis compensatoria por problemas visuales

Debido a que el sistema visual y el sistema cervical están directamente relacionados, una dificultad visual puede causar una tortícolis compensatoria.

¿Qué es la tortícolis?

La tortícolis es provocada por una distonía en los músculos del cuello, o lo que es lo mismo, una contracción muscular prolongada en esa zona que provoca dolor, rigidez e incapacidad para mover el cuello correctamente. En ocasiones, esta rotación o giro de la cabeza no tiene como causa primaria una distonía cervical, sino que es debido a una disfunción ocular, por tanto, sería lo llamado una tortícolis compensatoria.

Como ya hemos visto, el sistema cervical y el sistema visual son interdependientes el uno del otro, observándose esta importante relación desde el nacimiento.

Muestra de ello son los reflejos de estabilización de mirada, que nos permiten mantener la visión estable pese a que realicemos movimientos de cabeza o nos movamos. Sin estos reflejos, nuestros ojos serían como una cámara sin estabilización de imagen, todo nuestro mundo visual parecería estar sacudiéndose.

Debido a esa estrecha relación, tanto disfunciones visuales como oculomotoras, pueden causar una rotación y/o inclinación del cuello para compensar la disfunción del sistema visual.

Las causas de tortícolis compensatoria por problemas visuales son diversas:

Disfunciones binoculares no estrábicas

Se pueden observar tortícolis compensatorias en problemas de coordinación de los ejes oculares. Este tipo de compensación se puede observar en una foria descompensada. La foria es una desalineación de los ejes oculares la cual se encuentra compensada por la fusión binocular.

Cuando el sistema no es capaz de compensarla, puede haber síntomas de visión doble, borrosa, molestias oculares, etc. En forias descompensadas, el sujeto puede mostrar una tortícolis compensatoria para buscar la posición de mirada en la cual se encuentra más cómodo y en la que consigue compensar esa desviación.

Es común observarla en personas con síndromes alfabéticos (patrón en A, en V, en Y o en X), en los cuales la desviación varía dependiendo de la posición de mirada, si es posición primaria, inferior o superior. En estos casos, existirá una tortícolis compensatoria para evitar esa posición de mirada en la cual la desviación aumenta.

Desviaciones oculares verticales

Esta es una de las causas más comunes de tortícolis compensatoria. Debido a que los ejes oculares no están alineados en posición vertical, es común observar una inclinación del cuello para compensar esa desalineación y evitar síntomas visuales. Puede ocurrir tanto en forias verticales como en estrabismos verticales.

Parálisis o paresia oculomotoras

Una parálisis o paresia de alguno de los nervios que enervan los músculos oculomotores (III, IV y VI par craneal) pueden causar una tortícolis compensatoria. Es más común observarlo en la parálisis del IV par craneal. El paciente inclina la cabeza al contrario del ojo afectado para compensar la desviación vertical y evitar así la visión doble.

Ambliopía o estrabismo

En personas con ambliopía y/o estrabismo, en ocasiones nos encontramos con giros de cabeza hacia el ojo dominante, de forma que intentan posicionar ese ojo hacia el frente. También puede ocurrir que muestren un giro de todo el cuerpo hacia ese lado, afectando a toda la postura corporal.

Por otro lado, suelen mostrar posiciones de cabeza y cuerpo anómalas al realizar algunas actividades, por ejemplo durante la lectura o escritura. Con ello buscan bloquear uno de sus ojos para solamente ver por el otro y evitar tener síntomas visuales como visión doble, borrosa o dolores de cabeza.

¿Cómo se puede tratar?

El trabajo del optometrista coordinado con el fisioterapeuta es clave en estos casos. Precisamos hacer una valoración de la musculatura del cuello, ya que, aunque no sea la causa primaria, si que se puede haber producido algún bloqueo debido al mantenimiento de la postura de la cabeza en esa posición anómala.

El tratamiento dependerá de la causa de la tortícolis compensatoria. Es interesante pedirle al paciente si tiene fotos antiguas de él mismo para valorar desde cuando existe esa tortícolis compensatoria, ya que de ello puede depender el tratamiento.

En la mayoría de ocasiones se debe realizar una compensación adecuada mediante gafas o lentillas. Después, habrá que valorar si es necesario el uso de alguna compensación prismática o la realización de terapia visual para lograr una mejor coordinación binocular. En casos más complejos como parálisis de nervios oculomotores, puede ser necesario el tratamiento farmacológico o quirúrgico.