La visión central nos permite reconocer los detalles de aquello que vemos y la visión periférica percibir todo aquello que nos rodea.
Mientras lees estas líneas te darás cuenta de que, pese a estar centrado en el texto que estás viendo, también eres capaz de ver los objetos que se encuentran a tu alrededor. Esto es debido a que el sistema visual está formado por dos sistemas diferentes: el sistema focal y el sistema ambiente, ambos conocidos por visión central y visión periférica respectivamente.
Sistema focal y sistema ambiente
El sistema focal es el sistema de mayor resolución. La visión central está limitada a unos pocos grados dentro del campo visual y nos permite identificar objetos dándonos información de su color, forma y todos los pequeños detalles operando de manera consciente. Una disfunción dentro del sistema focal nos dará síntomas de visión borrosa, siendo normalmente corregida con lentes.
El sistema ambiente o visión periférica conlleva el resto del campo visual y nos permite conocer dónde nos encontramos y qué pasa a nuestro alrededor.
La visión periférica no sirve para ver el detalle, ya que es un sistema de menor resolución, pero es un sistema dinámico que nos permite detectar el movimiento y conocer nuestra posición en todo momento, por lo que juega un papel muy importante en la coordinación viso-motora, la postura y la localización espacial, aunque la mayoría del tiempo opera de manera inconsciente.
Mientras que la visión focal te permite estar leyendo este texto, la visión ambiente te da información de dónde estás situado y dónde se encuentran el resto de objetos con respecto a ti. Si te mueves recibirá información de hacia dónde te estás moviendo y la rapidez con la que lo haces.
Vía ventral y vía dorsal
Si hablamos neurológicamente, ambos sistemas no comparten una misma vía neurológica, sino que se definen como vías paralelas de procesamiento.
La vía ventral lleva la información del sistema focal o central. Llevará la información de la corteza visual a la corteza temporal inferior, la cual se relaciona con la memoria y con la atención. Nos permite identificar objetos ya que está involucrado con la forma, color y tamaño. Es la vía del “qué”.
La vía dorsal lleva la información del sistema ambiente o periférico. Lleva la información de la corteza visual hacia la corteza parietal y, después, se mueve hacia otras áreas integrándose con otras informaciones como las auditivas y somatosensoriales. Esta vía está relacionada en la consciencia de uno mismo, en el entendimiento del espacio y en el control de los movimientos oculares.
¿Por qué es tan importante la visión ambiente?
La visión ambiente es crucial para definir nuestro propio esquema corporal y la visión de nuestro mundo. Una irrupción en este sistema puede provocar que los objetos parezcan más cerca o más lejos de lo que realmente están.
Actividades del día a día pueden ser extremadamente aterradoras, como moverte dentro de un lugar lleno de gente, agarrar una pelota o conducir. Hasta las relaciones sociales se pueden ver condicionadas ya que este sistema nos permite conocer el «lenguaje corporal» de las personas.
Al contrario que la visión focal, la ambiente no se puede arreglar con gafas convencionales o cirugía. Sin embargo, sí es un sistema que se puede entrenar mediante terapia visual. Mejorar el procesamiento de la vía dorsal es clave para modificar la percepción del espacio y, con ello, crear una nueva visión del mundo.