Eficacia de la rehabilitación visual en pacientes tras daño cerebral adquirido
Un estudio realizado a finales del 2018 y presentado recientemente concluye que la rehabilitación visual puede ayudar a mejorar la calidad de vida en pacientes con déficits visuales tras daño cerebral adquirido.
El daño cerebral adquirido es una lesión que se produce en distintas zonas del cerebro de una forma súbita. Puede que el daño venga del interior (ictus, tumor cerebral, infección, etc.) o puede que venga del exterior (traumatismo craneoencefálico).
En el daño cerebral adquirido, una de las funciones que se puede ver comprometida es la visión. Los síntomas visuales serán muy diferentes dependiendo del área del cerebro que se encuentre afectada.
En los pacientes con daño cerebral adquirido, la pérdida de visión es brusca y repentina, habiendo habitualmente una mejora en los días posteriores a la lesión, pero quedándose estancada a partir de los 3-6 meses.
Esto produce un cambio muy grande en su vida y en cómo relacionarse con su entorno, y será una nueva situación a la que se tendrán que adaptar, por ello será indispensable cualquier ayuda que les podamos prestar.
El ictus, es la principal causa de daño cerebral y existe una alta incidencia de problemas visuales tras la lesión (un 60%) de los cuales la mitad de ellos pueden tener pérdida de campo visual (hemianopsia), la cual será diferente dependiendo del área que se encuentre dañada.
Recientemente se ha llevado a cabo un estudio, publicado este año en la revista Cortex, titulado «Eficacia y pronóstico de recuperación de la función después del entrenamiento de los movimientos oculares en 296 pacientes hemianópicos».
En él se basaron en la importante evidencia que hay de los efectos de la rehabilitación visual mediante el entrenamiento de los movimientos oculares en pacientes tras daño cerebral adquirido.
Este es el estudio más grande de este tipo que se ha llevado acabo hasta la actualidad. Participaron 296 pacientes hemianópticos, 103 con pérdida de campo visual izquierdo, 101 con pérdida de campo visual derecho y 92 casos con pérdida visual en ambos campo. El rango de edad al inicio de la lesión cerebral fue muy amplio (rango 9.82–89.83 años).
Estos pacientes realizaron la terapia visual utilizando un dispositivo médico llamado NeuroEyeCoach (NEC), el cual permite adaptarlo al nivel de discapacidad visual de cada paciente y estandarizar los datos recibidos, mientras que éstos realizan las sesiones desde su casa por internet.
Al realizar las sesiones en línea a través del NEC, los datos quedaron registrados automáticamente sobre el rendimiento de los pacientes antes y después de la intervención, así como en las distintas etapas de la terapia. Los pacientes realizaron la intervención en aproximadamente 3 semanas, realizando la terapia visual durante 15 minutos al día repartido en 3 sesiones diarias, repitiéndolo al menos 5 días a la semana.
Los resultados del estudio demuestran una mejora en el 87% de los casos en la velocidad de reacción y menores errores en la búsqueda visual, mejoras que se objetivaron tanto en el campo visual vidente como en el ciego. Además, el 79% de los pacientes señalaron subjetivamente que tenían menor discapacidad tras el tratamiento.
Las mejoras encontradas tras el tratamiento no dependieron de la edad, ni del lado de la pérdida de campo visual, ni del sexo, ni del tiempo trascurrido desde el daño cerebral. Es el primer estudio que demuestra que este tipo de tratamiento es efectivo tanto en adultos mayores como en jóvenes.
Este estudio demuestra que la calidad de vida de los pacientes puede ser mejorada tras daño cerebral adquirido gracias a la intervención mediante rehabilitación visual en pacientes con deficiencias visuales tras la lesión.