Control de la miopía mediante terapia visual

La miopía es la gran pandemia del siglo XXI, estimándose que un 50% de la población sufrirá este defecto visual en 2050.

La miopía se presenta como la gran pandemia de este siglo. Según el Brien Holden Vision Institute, una organización dedicada a desarrollar nuevas soluciones para el cuidado de la visión, especialmente para la miopía, la prevalencia de la miopía aumentará hasta un 50% en el año 2050, de las cuales un 10% serán miopías patológicas.

Brien Holden Vision Institute ha desarrollado una herramienta para el calcular cuál sería la progresión de la miopía de cada paciente y en qué medida el riesgo puede reducirse con una estrategia específica de control de la miopía. (pruébala aquí)

Esta situación es una gran preocupación para todos los profesionales de la visión, ya que un aumento incontrolado de la miopía puede causar diversos daños oculares que podrían conducir hacia la ceguera, como son:

    • Dispersión pigmentaria
    • Trastornos corneales como el anillo de Krukemberg
    • Adelgazamiento de la esclera
    • Maculopatías miópicas
    • Catarata nuclear y polar posterior
    • Alteraciones del campo visual
    • Fotofobia
    • Desprendimiento de retina
    • Estafiloma miópico
  • Maculopatía miópica

Debido a esto, la prevención es algo indispensable para evitar ese aumento de la miopía y sus consecuencias. Los métodos más utilizados actualmente son las lentes de contacto, pero, en este caso, os quiero hablar sobre la terapia visual para el control de la miopía.

La miopía se presenta como un problema en visión lejana debido a que los rayos de luz que entran en el ojo focalizan por delante de la retina, ya sea por la excesiva longitud axial del ojo o de la potencia refractiva de los medios oculares.

El mayor síntoma que presentan los miopes es esa pérdida de visión en lejos, pero con terapia visual se deben tratar todos los aspectos de la visión, no solamente la agudeza visual.

Es importante tener en cuenta el tipo de miopía con la cual nos encontramos, ya sea una miopía hereditaria o funcional, y otros aspectos como pueden ser la edad, el grado de miopía, su progresión, el estilo de vida y los hábitos o la ocupación.

Para que el tratamiento con terapia visual sea efectivo para el control de la miopía, es necesario en un primer momento elegir la corrección óptica más adecuada para cada caso, ya sea lente de contacto o gafa monofocal o bifocal y, posteriormente, comenzar con la terapia visual para mejorar todas esas habilidades que el paciente miope se encuentran disfuncionales.

Además, es necesario combinar todo esto con una correcta higiene visual y con mejoras en la ergonomía y postura. Será imprescindible modificar las malas costumbres a la hora del trabajo en visión próxima y explicar muy bien las distancias y los descansos que se deben realizar (tengo un post hablando sobre ello, léelo aquí).

Un aumento de las actividades al aire libre y ejercicios aeróbicos también son recomendables para estos pacientes, ya que se ha demostrado que ayuda a disminuir la progresión de la miopía.