Los prismas como herramienta de terapia visual

Los prismas permiten cambios visuales y perceptuales únicos, lo que los convierte en una herramienta valiosa en la sala de terapia visual.

A la hora de realizar una sesión de terapia visual, los optometristas poseemos más de una herramienta para poder ayudar y guiar a nuestros pacientes, permitiéndoles crear nuevas rutas neuronales. Los prismas son la herramienta perfecta para realizar terapia visual.

La terapia visual tiene como objetivo reorganizar el sistema visual modificando patrones preestablecidos que no son correctos y creando nuevas rutas neuronales. Para ello, necesitamos que el paciente sea un individuo activo dentro de la terapia visual, haciendo que mantengan la atención en los ejercicios presentados y proporcionándoles retroalimentación para que ellos mismos puedan modificar su condición visual. Los prismas pueden hacer todo esto.

Los prismas, modifican la percepción del espacio visual, ya que son lentes que modifican la trayectoria de los rayos de luz hacia su base, provocando un desplazamiento aparente de la imagen hacia su vértice. Este desplazamiento dependerá de la potencia del prisma y de su posición.

Con los prismas, la información percibida a través de la vía visual, difiere de la información de la vía vestibular y propioceptiva. El paciente, debe reorganizar y reintegrar las informaciones sensoriales y hacer los ajustes oportunos para poder realizar las tareas de la terapia visual.

Se deben considerar los prismas como herramientas primarias en la sala de terapia visual. No es una corrección que se llevará durante el día, sino que únicamente se utilizará dentro de la sala de terapia visual para crear las modificaciones en la entrada de información visual que los optometristas veamos oportunas.

Uso de los prismas

    • Prismas compensadores: reducen el trabajo. Se utilizan para compensar disfunciones musculares que provocan descompensaciones en la coordinación ocular, lo cual ocasiona síntomas de visión doble, mareos, etc. También se utilizan en casos de estrabismo para mejorar la visión binocular.
  • Prismas terapéuticos: aumentan el trabajo. Se utilizan para desafiar y construir el sistema visual. Mejora la percepción sensorial y el control oculomotor.

Empleo de los prismas en terapia visual

El uso de prismas en la sala de terapia visual aporta muchas ventajas. Permite hacer al paciente más consciente de su sistema visual, ayudándole a comprender cómo ve y qué hacen sus ojos para adaptarse a diferentes situaciones y retos.

Permiten un modo de terapia dinámico ya que se pueden utilizar en espacio libre. Se pueden añadir por tanto, en procedimientos que se hacen en estático como en procedimientos en dinámico, mientras el paciente está de pie o en movimiento. El cambio sensorial que produce puede abrumar a algunos pacientes, pero otros se sentirán muy motivados hacia la nueva experiencia que proporcionan.

Otra de las ventajas del uso de prismas es que, utilizados durante ciertos procedimientos de terapia visual, hacen que éste cambie por completo, manteniendo al paciente siempre atento y expectante y ayudando a que el aprendizaje sea mayor.

Prisma monocular

Los prismas se utilizan de manera monocular para estimular el sistema propioceptivo, específicamente el de los músculos extraoculares, y los movimientos sacádicos. De esta forma, permitirá hacer consciente al paciente de los cambios visoespaciales que provoca el ver a través del prisma, tanto en dirección como en amplitud, y cómo los ojos se mueven para adaptarse a esta nueva percepción.

Prisma disociador

Los prismas son una gran herramienta para disociar la visión de forma motora. Esto ayudará al paciente a desarrollar la conciencia de sus dos canales visuales, de sus semejanzas y diferencias.

Utilizando los prismas con la base arriba y abajo, para provocar un desplazamiento de la imagen en vertical, podemos hacer que el paciente tenga una respuesta diplópica, de forma que con un ojo vea la imagen superior y con el otro ojo vea la imagen inferior. Así, se altera la manera en la que el paciente ve las cosas normalmente y le permitimos ser consciente de su ojo amblíope o estrábico.

Si le pedimos al paciente que describa lo que ve, dirá que ve dos objetos y puede que sienta uno más real que el otro. Es importante hacerle sentir que ambas imágenes son reales, instándoles a que toquen el objeto y lo sientan real, tanto uno como el otro.

Otra manera de usar los prismas es utilizar grandes cantidades de prisma base interna para realizar ejercicios como la diplopia R-K. Con ello también separaremos ambos canales visuales creando una respuesta diplópica en horizontal.

Usar los prismas de esta forma permite desarrollar la percepción de realidad de ambos ojos de manera simultánea. También la integración visuo-táctil, visuo-auditiva y visuo-motora de ambas vías visuales.

Prisma binocular

Usar los prismas de forma binocular permitirá al paciente comprender de qué forma tiene que utilizar su sistema vergencial para adaptarse a los cambios provocados por el prisma y lograr fusión binocular.

Los prismas son una buena herramienta para incluir esa propiocepción vergencial en los ejercicios de fusión binocular, como los vectogramas o el cordón de Brock entre otros.

Prismas gemelos

Los prismas gemelos son prismas cuya base se coloca en la misma dirección en ambos ojos. Esto crea un cambio en la percepción visoespacial del paciente, por lo que se producirá una incongruencia entre la información sensorial visual y el resto de informaciones sensoriales de los demás sistemas, sensorial, táctil y vestibular.

El paciente, deberá adaptarse al nuevo mundo espacial alterado por los prismas, modificando la forma de actuar frente a una nueva percepción visual desconocida. Esto puede ayudar a que reorganice su sistema visual y que estos cambios se mantengan tras retirar los prismas.